lunes, 21 de marzo de 2011

Mundo femenino

¿Alguna vez habeis oído a alguien decir que las mujeres somos como los gatos?. Para quien tenga dudas, yo lo confirmo....es cierto.

El mundo femenino es muy complejo. Y realmente salvaje. Todas las chicas que estén leyendo esta entrada me darán la razón.

¿Como es el mundo de la mujer?. Pues lo que puedo decir es que puede ser tan despiadado como tierno, tan opaco como transparente, tan luminoso como oscuro. Es una dualidad inconstante, una lucha silenciosa. Una lucha entre gatas.

Podría contaros millones de ejemplos de por que creo que es así. No obstante, voy a intentar con algo muy sencillo y que seguro habreis vivido en alguna ocasión.

"Me llamo María. Tengo 12 años. Hoy mi vida acaba de tener un acontecimiento singular, me ha venido la regla. Mi madre dice que ya soy una mujer. Pero yo sigo queriendo soñar con mis castillos, mis hadas, mis unicornios y todo lo que sea especial venido de mi imaginación.

La gente no lo entiende. No entiende mi amor por los sueños. las otras niñas sólo quieren hablar de chicos, de maquillaje, de zapatos, de ropa!. Pero a mi esas cosas no me interesan. Y lo peor es que se ríen de mi, porque me ha salido el pecho antes que ellas y dicen que tengo demasiado. Siento verguenza por ello. Y me encorvo por la calle porque no quiero que se note que me ha crecido tanto el pecho, me siento observada constantemente por ellas....y por ellos. Que verguenza. Ojala la tierra me tragase y no tuviera que sentir esas miradas. Para colmo de males Alicia me ha dicho que Maite le ha contado que Aranzazu va diciendo que me han visto esconderme en el aseo con Felipe. No sé cómo romper esos rumores, no son verdad pero basta una palabra de ellas para que todo el mundo crea que es cierto. Y yo tan solo quiero estar en mi mundo, alejada de todos ellos".

¿ Que le pasa a María? ¿por que tiene que avergonzarse de sí misma si su cuerpo se está desarrollando con normalidad?. Fijaos que nadie le ha hecho una sola referencia verbal, pero las otras han conseguido lo que querían, que la pobre muchacha se acompleje del atributo que le hace sobresalir entre las chicas de la clase. Si, la palabra es ENVIDIA. De todos los defectos que aquejan como el mal encarnado al sexo femenino, la envidia es el peor de todos. Igual que la madrastra de Blancanieves, que la vestía con harapos para evitar que fuese mas bella que ella. Por pura vanidad.

Obviamente el ejemplo es ficticio, pero así pasan estas cosas. Lo sé. Lo sabemos todas. Y de igual modo tenemos esta guerra silenciosa entre hermanas, tias, abuelas, primas, e incluso madres. He de decir que afortunadamente, yo con mi madre me llevo genial, pero he conocido gente, que hubiese preferido tener de madre a una piedra. Porque una madre con las uñas hacia dentro de su casa es terrible.

Rivalidad. la palabra mas absoluta entre dos mujeres es la rivalidad. Rivalidad por todo. Por ser la mas bella, por ser la mas lista, la mas querida, la mas elegante....por todo. Es una guerra fría cuyas victimas no sangran a primera vista, pero el dolor que produce si una no sabe defenderse en ese mundo, puede quedarse en el corazón para siempre. Y muchas dicen que son los hombres con su machismo los que fomentan esto. Chicas, es mentira, somos nosotras mismas las que nos matamos entre nosotras.

Uno de los mejores libros que he leído que refleja esta lucha silenciosa es "Memorias de una geisha", donde la pequeña Chiyo en esa soledad que descubre con tan solo 7 años, tiene que aprender a sobrevivir en un mundo marcado por unas reglas fijas, con poca experiencia y conseguir librarse de la tigresa de la okiya Nitta, que no es ni mas ni menos que la terrible Hatsumono. Hatsumono, consciente de que la pequeña Chiyo tiene todas las papeletas para convertirse en una geisha mejor que ella, le hará la vida imposible hasta que Chiyo llame la atención con sus bonitos ojos a otra geisha Mameha, quien la ayudará a convertirse en una magnifica geisha.

El libro aburre a los hombres, mi padre intentó leerlo pero como no entiende ese complicado mundo femenino, terminó por dejarlo. Y a mi sin embargo me encantó, se lo recomiendo a cualquier mujer.



En este vídeo os dejo un resumen de esa relación destructiva entre las dos mujeres.

¿ Por que entonces digo que las mujeres somos gatas?. Porque nos miramos con la misma intensidad que miran ellas, porque nuestros movimientos son casi imperceptibles para el resto de la sociedad...y cuando menos se lo espera una, te pueden dar un zarpazo. Y no podemos hacer como los hombres que se lian a puñetazos, no porque ...la mayor baza de una mujer en el juego de la seducción es parecer frágil y si dos mujeres se pelean a ostias, nunca será a vista del público. Vale, hay algunas que sí, pero hablo de la mujer de concepto de feminidad mas absoluto. Quizas sea por mi propia educación, pero estoy segura que todas las mujeres que lean esto y tengan mas o menos mi edad, estarán de acuerdo.

Y todo esto parece algo exultante de misticismo y de misterio. Pero a mi particularmente, me cansa bastante. Pero es así.

Quería hacer esta entrada para preguntaros cómo os sentís al respecto con esta guerra fría...











2 comentarios:

Estelwen Ancálimë dijo...

Punto nº 1: María me parece una pava con muy pocos problemas en la vida y el coeficiente intelectual de un hongo. A Sierra Leona la mandaba yo para que vea cómo viven allí las niñas de su edad y se entere de lo que es un problema...

Punto nº 2: Aún reconociendo que lo que dices de las mujeres es cierto en un significativo porcentaje de casos, no creo que sea la regla. Me declaro excepción en este mismo momento. Que las demás mujeres sean más guapas o vistan más a la moda que yo me importa un ardite. Soy más inocente que un cubo y más transparente que el cristal, y no me gusta complicarme la vida con subterfugios ni con estrategias raras. La verdad es que no me gusta competir con nadie salvo conmigo misma, para superarme y gustarme por dentro y por fuera cuando me miro al espejo, pero no por comparación por nadie. La verdad es que no soy envidiosa, estoy muy contenta conmigo misma, y deseo belleza, éxito y felicidad a todas las mujeres del mundo (por supuesto, empezando por mí misma). Igual soy un animal en peligro de extinción, pero nunca me he identificado con una gata. Más bien con la curiosidad e inocencia de una ratita, con la imaginación y las ganas de divertirse de un delfín, o con la fidelidad y lealtad del perro. Pero con un gato... ni de coña, la verdad ;-)

Narwen dijo...

Pues a lo largo de mi vida, te confieso Ana que tengo la inocencia de un perro, pero en ocasiones he tenido que jugar en silencio como un gato. Bueno, tú sabes a que me refiero, ultimamente me siento bastante gata, con ganas de clavar los colmillos y las uñas y en mi infancia he tenido que pasar experiencias gatuniles. Es una mierda, quizas tienes mas suerte que yo y nunca has necesitado ponerte así, pero a mi me tocó tener que hacerlo. Un dia te contaré muchas cosas de mi misma...